viernes, 28 de agosto de 2009

La sombra llega y no espera, se presenta y no te deja opción. Todo se vuelve madera, yo lo siento.... y no tengo amor para dar.

Así como estoy no puedo ir,nadie me enseño como sentir.

Estoy tan lejos del sol y tan sola en mi dolor, ya no vengas a buscarme...

Pero si nos qisieramos un poqito más no jugaríamos tanto.


Acababa de pasar, un poco me dolió, la gente se dió cuenta,algo entre los dos pasó

1 comentario:

Jorge Abeel dijo...

Los niños juegan entre ellos porque disfrutan y alimentan sus propios sentidos, ya desde temprano se acrecientan nuestros egoísmos casi de una forma innata implantada como sentido de supervivencia, cuan difícil es ser amorosos ante los demás, una vez nos hacemos adultos, a veces veo que mi amor es egoísmo y nada mas, y pienso y escribo para cultivar en mi una opción diferente en mi camino insierto que no sé cuando ha de sorprenderme su abismo de crueldad, crueldad reclamatoria por mi torpeza al andar. jorge