domingo, 9 de agosto de 2009

Podés ser lo qe qerés ser, podés serlo una vez más. Siempre estuviste bajo la misma piel, lo qe cambió a tu alrededor no es nada, porqe sólo sos vos. Si no te qeda algo en qe creer, si descubríste qe lo qe creías no era lo qe pasaba,, mira con lo qe te encontraste ahora y salí a perder un poco más. Total, las horas no existen, el viento las borra.


* Buscó dentro del cajón alguna parte de su pasado, revolvió frenéticamente lanzando todo por el aire, al suelo de su alcoba. El aturdimiento se había adueñado casi fugazmente de su cuerpo, resulta que se había desprendido alguna vez, sin saber exactamente cuando, de su historia. Tal vez en una simple rutina de frío aseamiento, o alguna noche de locura, envuelto en cenizas qe preciso apartar para poder caminar sin dejar rastro de las heridas.
Intentó recordar en la madrugada su mundo de ilusión y no hayó rastro de algún juego, una caricia, una mirada o un beso. No pudo encontrar aqellas palabras qe considero hasta ahora su único sostén. El gusto de sus labios no eran amargos, sino inexistentes. Sabor a nada, su cuerpo helado. Un lugar extraño. Su vida ya no era aqella en la qe pasó a través de cientos de laberintos, ni la qe entró en castillos, ni el claustro de algún momento cruel. Era ahora un extraño libre al inmenso infinito tan vacío, terriblemente absurdo.
Recogió todas las páginas, intentó leerlas pero no comprendió, leyó y releyó hasta qe las estrofas lograron hacerle un surco en la piel. Y entonces, sin más remedio, guardo rápido esos cuadernos, dejó en un desorden exacto cada pieza y se levantó. Fue al baño de su casa y encedió la luz, el horror llegó tan pronto qe se sorprendió de no haber visto antes eesas marcas en su rostro, esos ojos inyectados de rabia y de confusión. Se mojó la cara. Primero abrió el grifo el agua caliente, luego el del agua fría. En ese orden. Se froto la cara contra una toalla mojada y sintió un marcado dolor, se estaba desarmando. No qiso mirar otra vez, los espejos engañan. Por eso se tiró al piso, en su mente era tan grande la tormenta qe no pudo sacar un pensamiento qe le convenciera. Estaba otra vez en el suelo, una mañana de humedad. Un día sin rastro, una vida qe no sabía a qién pertenecía. Pasaban los minutos y al no poder hacerse presente en su realidad fue hacía la puerta, esa qe le permitiría correr al mundo, y se soltó. Caminó y vió qe no pertenecía a él ni siqiera una esqina, ni una escuela, ni una persona. Noches y días escapando del vacío. Sin poder hablar, sin tener algo qe decir, porqe lo úinico qe aqella vez comprendió es qe todo lo qe había pasado se borró y no qedaba ya ni en su mente lugar, qe todo lo qe había ocurrido era algo qe no podía tener lugar. No retrocedió, porqe eso en nunca pasa.. avanzó, entonces, por un oscuro presente qe no le pertenecía siqiera un poco . Ya no qería un futuro para luego verse varado otra vez.

1 comentario:

Jorge Abeel dijo...

Me ha alegrado mucho que anduvieras por allí, si dejé aquellos comentarios es porque me agrada tu forma y esa fuerza natural que tienes de escribir, me paso todo el tiempo que puedo leyendo, y trato de intuir que eres imperativa y sin muchos rodeos para comentar, o dar tus puntos de vista, y eso me anima a intercambiar opiniones, poder leerte y decirte lo que pienso tal cual lo sienta, no hay por qué andar con falsos halagos, yo recién comienzo en esto de la literatura y quiero ser yo mismo, ser ácido y dulce según corresponda, es lo que pienso para mejorar esto de las letras nuestras. En cuanto al cuento de esta entrada debo primero hacer una salvedad, deberías al final ponerle algo que (no sé que puede ser) que diga que es tuyo o copiado, recopilado o lo que fuere (yo le pongo mi nombre al final si es pensado y escrito por mi). No soy adivino, pero supongo que es tuyo, por eso que te caracteriza en tu forma de expresarte. Poder ser lo que queremos ser no es fácil, sí se puede, se me ocurre que lo bueno está en disfrutar el itinerario, el sendero del esfuerzo, ya eso es estar logrando los frutos. Si bien todo es una lucha y esfuerzo constante en el diario vivir, hay días de más descansos, aunque me agradaría que todos mis días fueran como los del personaje del cuento, si el día resulta monótono parece que no cosecháramos nada, soy de esos que no entiendo como hay gente que se aburre, el personaje del cuento en sí mismo tiene mucho que buscar, recomponer, analizar y un sin fin de actividades que puede hacer simplemente sentado en una silla, recostado bajo la naturaleza. El cuento me ha agradado ya que es inherente a la condición humana esa disyuntiva de ser Hen to pan –el Uno, el Todo (físico, espiritual o alma y las tres fases del tiempo) unos quieren ser dueño del Todo, pero como mi caso quisiera ser libre hasta de mi mismo. El personaje revuelve los elementos, porque está imantado por el Todo, solo un ser superior podría estar libre y disponer, sin estar atado a recuerdos o futuros impredecibles, pudiendo optar por ejemplo por un existir más sano. Son cosas que se me ocurren, en este pensar, pero el cuento está intrincado y eso hace que uno deba detenerse a pensar (y eso está bueno). Por un momento pensé que me habías hecho algún tipo de cruz, y la pasé mal dejando comentarios como en un soliloquio, ahora estoy contento y te mando un abrazo. Jorge