Alma mía... cómo pesan en tus alas las ausencias,
cada día van sumando soledades indefensas;
lejanías, avaricias, ansiedades y desvelos
y una umbría sensación de irrealidad y desconsuelo.
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Mira por donde te has venido a enamorar ahora,
y no hay razón en el amor que valga,
si quiere entrar se le deja pasar,
y si quiere salir, que salga.
Mira por donde tu naranjo se llenó de azahares,
y cada flor con su mejor aroma,
hay que saber, si se quiere saber
que el amor sabe hablar su idioma..
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