jueves, 11 de octubre de 2012

"tiemposdealucinación"


II
Proseguid.
Escribid sobre mi piel
los poemas más agonizantes y dolorosos/
que poseáis sobre vuestra incógnita existencia
y dejad que las blancas alas acuáticas
os alcen por encima de las manos huesudas/
como esponjosas estrellas que lloran su desconsuelo
junto a la negra fosa/
donde la lápida es inexistente y no se halla en tierra sagrada
pues es la tumba de los ausentes.//
Mi propia tumba.//


IV

¿Recordáis los ahogados de la noche?
          Galopaban en el páramo
añorando otro siglo
cualquier otro lugar
siempre lejano al infierno que estaban
padeciendo/
no admitiendo que un poco más allá/
se hallaba el obscuro abismo
en donde las piedras de sol/
acribillaban sus mutilados cuerpos/
y unos pocos despojos de su desesperación.//


VIII

Recuerdos vagos de una asustada niñez/
presencias intocables y huidizos fantasmas
que no se borraron de nuestro letal pensamiento,
por el contrario, volvieron de la oscura laguna/
donde mi cuerpo, intermitente, desapareció.//
Acaso, ¿no hace miles de años que nos conocimos?
entre el rayo y el sonoro trueno
que deshizo las luminosas montañas
y nació nuestro amor.//



IX

Un territorio árido cubierto de horribles monstruos
expulsaban a través de sus narices/
la acidez congénita de nuestros hermanos.//
De nuevo, otro sueño, otra visión del tiempo inalterable.//
La noche se destrozó en pedazos al final del abismo/
después de un largo y penoso existir/
de observar muertes sin razón y a cualquier hora/
y mi propio yo se adentró en el bosque.//






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